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viernes, 18 de agosto de 2017

Especies ibéricas diferentes a las que crees

La mayoría de la ciudadanía va caminando por su propio medio ignorando o sin ser consciente de la diversidad de formas de vida que los rodean. Y no solo esto, sino que en algunos casos donde se presenta interés por conocer, se
Y es que es difícil para los españoles, ya sean estos ciudadanos poco versados en la naturaleza o muchos de ellos interesados, el concebir el potencial de patrimonio biológico y por ende zoológico que tiene nuestra Península Ibérica.

Pues podemos comenzar por un animal que puede sernos muy cercano. No es ni más ni menos que uno de nuestros pájaros carpienteros, el que llamábamos pito real (Picus viridis)
Así lo han demostrado estudios genéticos y evolutivos (Perktas et al., 2011),  los cuales determinan que el aislamiento en territorios refugio por parte de poblaciones en los límites del área de distribucción pueden derivar en la aparición de una nueva especie, como es el caso de nuestro único en inigualable pito real ibérico (Picus sharpei) o pito ibérico para los amigo, el cual carece del antifaz negro completo del pito real, que vive en el resto de Europa.



El caso del sapo. Seguramente cuando leemos o se nos refiere al respecto del gran sapo ibérico se habla de sapo común, una especie que se define con una enorme distribucción euroasiática. Así para muchísima gente, incluso interesada en fauna, el sapo de aquí se clasifica como Bufo bufo. Pues bien, el paso de los años y los estudios comparativos y evolutivos han llevado a decretar que el sapo del sur de Europa occidental es una especie totalmente distinta, Bufo spinosus, conocido como sapo espinoso. Se cree que como se ha visto que se ha repetido con faunas europeas, varias poblaciones del género Bufo que conformaban una misma especie se quedaron aisladas debido al cambio climático en diferentes momentos del Neogeno y el Cuaternario dando lugar a diferentes especies. En el caso de la especie que puebla nuestra Península, se cree que se debió aislar geneticamente de Bufo bufo a partir de las glaciaciones del Pleistoceno (Recuero et al., 2012)



El rabilargo ibérico, una preciosa e interesantísima especie de córvido, es muchas veces referido como la misma especie que se encuentra en el extremo oriental de Asia, cuando ya en 1850 fue catalogada como especie propia (Cyanopica cooki) y es así considerado por multitud en la comunidad científica (Kryukov et al., 2004). Hay incluso leyendas urbanas de gente que cuenta que han sido introducidos en la Península desde Asia (os juro que me he topado con gente así que está muy bien posicionada en la farándula de la fauna y conservación). La cosa es que ambas poblaciones con un ancestro común fueron quedando aisladas durante las glaciaciones lo que derivó en la evolución a dos especies distintas. haciendo de los rabilargos de la Península Ibérica una especie autóctona y única en el mundo.




Y lo mismo ocurre con los topos en gran parte de su distribucción, anda que no me habrán dicho "El topo" o "el topo europeo". Pues bien, tenemos la especie europea Talpa europaea que se distribuye por el norte de la Península y gran parte de Europa. Pero también tenemos el topo ibérico (Talpa occidentalis), especie endémica de la Península Ibérica y que ocupa la mayoria del área peninsular. Y seguramente muchas personas tienden a fusionar ambas especies como un único taxón.

Aprendamos de zoología, preocupémonos por ponernos al día de los que los trabajadores investigadores descubren y valoremos un poquito más todo lo que nos rodea.



Referencias:

Kryukov, A., Iwasa, M. A., Kakizawa, R., Suzuki, H., Pinsker, W., & Haring, E. (2004). Synchronic east–west divergence in azure‐winged magpies (Cyanopica cyanus) and magpies (Pica pica). Journal of Zoological Systematics and Evolutionary Research, 42(4), 342-351

http://www.europapress.es/sociedad/noticia-pinturas-rupestres-mas-impresionantes-espana-no-puedes-dejar-ver-20161013183020.html

Recuero, E., Canestrelli, D., Vörös, J., Szabó, K., Poyarkov, N. A., Arntzen, J. W., ... & Nascetti, G. (2012). Multilocus species tree analyses resolve the radiation of the widespread Bufo bufo species group (Anura, Bufonidae). Molecular phylogenetics and evolution, 62(1), 71-86.

lunes, 14 de septiembre de 2015

Cetartiodáctilos y apéndices craneales (Zoología)


Bienvenidos criaturas de la evolución. Hoy voy a escribiros una entrada sobre los apéndices craneales de los rumiantes actuales.  Vulgarmente la gente utiliza la palabra cuerno para referirse a todo apéndice craneal de un animal, sea cual sea el origen y composición de este apéndice. Nada más lejos, todos llamamos cuerno a los apéndices craneales de los rinocerontes y estos no son óseos.

Pero bueno, lo que hoy nos atañe son los apéndices de los rumiantes ya que los diferentes órdenes actuales con apéndices (que no todos los tienen) tienen unos apéndices diferentes que reciben nombres distintos.

Seguramente lo que más hayais escuchado sean los términos cuerno y asta. Vamos a profundizar en ello:

De las cuatro familias, vamos a empezar con la familia Bovidae, que comprende al ganado típico (vacas, ovejas, cabras, elands...) y sus parientes salvajes. Estos animales tienen lo que llamamos cuerno. Un cuerno por lo tanto está formado por una protuberancia ósea ( una prolongación de hueso) que crece recubierta por una vaina o funda córnea de queratina. Vamos que si cogemos el cráneo de un toro, podemos quitarle esa vaina córnea que es el típico cuerno para beber cerveza y veremos que del hueso frontal nace el apéndice óseo que es recubierto por dicha vaina. Además, los cuernos de los bóvidos tienen una única punta.


Muchas veces habréis escuchado en los medios de comunicación españoles y en el mundo especializado del maltrato taurino eso de "herida de asta". Pues bien, los toros, que son bóvidos, no tienen astas. Tienen cuernos.



Syncerus caffer en Botsuana, con unos formidables cuernos. Foto de Marco Ansón

Los rumiantes que tienen astas son los miembros de la familia Cervidae, los cérvidos. Estos animales presentan unos apéndices ramificados llamados astas y que tienen numerosas puntas. Estas astas son apéndices caducos, que crecen todos los años en las especies que las poseen. El apéndice va creciendo y calcificándose para posteriormente librarse del terciopelo que le cubre. Una vez concluido el ciclo, el asta se cae por la zona de la roseta. Esta familia carece de apéndice córneo dentro de la propia asta como tal.



Ciervo rojo de España, un cérvido con sus astas.

Otra familia de rumiantes con apéndices son los antilocápridos, actualmente representados por una única especie: el berrendo (Antilocapra americana). Los apéndices de este animal tienen un origen óseo, como en los bóvidos. Este apéndice está cubierto de pelo que forma una vaina ósea de queratina. A diferencias de los bóvidos, esta vaina se renueva cada año, creciendo de nuevo sobre el apéndice óseo. Este tipo de apéndice en inglés se llama pronghorn, que es el nombre que le dan al animal.



Los pronghorns del berrendo. Ilustración de Marco Ansón.

El último tipo de apéndice craneal pertenece a la familia Giraffidae, es decir, los okapis y jirafas. Las girafas presentan un par de apéndices entre los huesos frontal y parietal. Estas prolongaciones óseas están recubiertas de pelo y se llaman osiconos. También pueden tener un domo en el centro de la cara entre los ojos.


Ejemplo de osiconos, un ejemplar de Giraffa camelopardalis en Botsuana. Foto de Marco Ansón.

Ya sabeis queridos lectores ¡no todo es herida de asta!












lunes, 3 de agosto de 2015

Canis anthus, la nueva especie de lobo descrita en 2015.

Hola estimados lectores. La vida de campo me tiene absorbido y no tengo muchos momentos de redactar para el blog, pero hoy vengo con algo fresco y de un muy actual interés.

Y esto es que se ha publicado una nueva especie de cánido viviente. La familia Canidae es aquella familia a la que pertenecen los llamados cánidos; o conocidos vulgarmente como perros y zorros. Los lobos y chacales pertenecen al género Canis, el cual hasta hace nada contaba con 7 especies diferentes.

En 2012, un estudio publicado en PLoS ONE nos presentaba a los chacales del norte de África, antiguamente considerados chacales dorados (Canis aureus), como pertenecientes a la especie del lobo (Canis lupus). Aquella publicación fue una pasada, y esque los cánidos de Egipto poco se parecían morfológicamente al chacal dorado euroasiático (Canis aureus).

Pues ahora viene el notición: hace unos días se ha publicado que lo que se consideraban chacales dorados o lobos en África no son tal, son una nueva especie. Esta especie será llamada coloquialmente "lobo dorado africano" pero su nombre científico binomial, y por lo tanto su nombre mundial, es Canis anthus.

Esta nueva especie para la ciencia se extiende desde el norte de África hasta el sureste y coexiste con otras especies del género Canis como Canis mesomelas (chacal de lomo negro) y Canis simensis (lobo etíope).

Con esto son 8 las especies del género Canis que comparten el planeta con nosotros.

Asique, bienvenido seas Canis anthus!!

Golden jackal small.jpg

Foto de Lee R Berger, de uso público. Lo siento, yo aún no he podido observar a este animal ;)


Referencias:

Gaubert P, Bloch C, Benyacoub S, Abdelhamid A, Pagani P et al. (2012). "Reviving the African Wolf Canis lupus lupaster in North and West Africa: A Mitochondrial Lineage Ranging More than 6,000 km Wide". PLoS ONE 7 (8): e42740

Koepfli, K.-P.; Pollinger, J.; Godinho, R.; Robinson, J.; Lea, A.; Hendricks, S.; Schweizer, R. M.; Thalmann, O.; Silva, P.; Fan, Z.; Yurchenko, A. A.; Dobrynin, P.; Makunin, A.; Cahill, J. A.; Shapiro, B.; Álvares, F.; Brito, J. C.; Geffen, E.; Leonard, J. A.; Helgen, K. M.; Johnson, W. E.; O’Brien, S. J.; Van Valkenburgh, B.; Wayne, R. K. (2015-08-17). "Genome-wide Evidence Reveals that African and Eurasian Golden Jackals Are Distinct Species". Current Biology 25

miércoles, 25 de febrero de 2015

La migración del sapo común (Fauna ibérica, Zoología)

En estos días que las temperaturas comienzan a subir, el sapo común sale de su hibernación, desde ahora, ya podemos volver a encontrárnoslo en nuestros paseos por el campo. 

El sapo común (Bufo bufo) es quizás uno de los anfibios mejor representados entre la fauna ibérica. Fácilmente visible debido a su vida terrestre en estado adulto y a su capacidad para colonizar diferentes hábitats, este animal como tantos otros sigue sufriendo la presión del hombre.
Me es imposible olvidar, los absurdos prejuicios que giran en torno a este interesante anuro. Desde que era niño, se me ha dicho que los sapos escupen veneno, que matan a los perros de caza porque les echan veneno y los envenenan... todo pamplinas.

Es cierto que los sapos cuentan con toxinas irritantes secretadas en la piel y a través de sus glándulas, pero es un mecanismo de defensa en caso de agresión. Es más, las nutrias cuando los consumen, los despellejan primero, por lo tanto el sapo no va a ir a escupir veneno, no ha salido de Parque Jurásico. Otro mecanismo de defensa interesante es el adoptar una postura erguida he inchar su cuerpo, para así evitar el caber dentro de la boca del agresor.




Está distribuido ampliamente por Europa, ocupando toda la Península Ibérica, colonizando ambientes que tengan cerca algún curso de agua mansa o lenta, a la que solo acuden para reproducirse o hidratarse.

De hábitos crepusculares, la mayoría de su actividad se desarrolla durante la noche.

Es en estos días de finales del invierno e inicios de la primavera, cuando con la subida de la temperatura, los sapos despiertan e inician su período reproductivo.

Los sapos tienen seleccionados los espacios acuáticos donde van a poner sus huevos, y realizan increíbles migraciones desde sus áreas de campeo hasta su lugar de puesta. Es en esta situación cuando se ven increíblemente vulnerables frente al ser humano.

En todo el mundo se han realizado contrucciones y actividades humanas que interfieren en la ruta migratoria de los sapos. En sus viajes hacia sus charcas o espacios de reproducción, los sapos atraviesan carreteras, lo que les supone una ámplia tasa de mortandad y limita el reemplazamiento de efectivos demográficos para este animal.  Incontables sapos mueren en las carreteras cada año, otros se ven incapaces de sortear diferentes barreras que les cortan el paso.

Está en nuestras manos el en estas noches de invierno/primavera, el contribuir a evitar la masacre en las carreteras.

Cuidado amigo conductor, permitamos que los sapos puedan continuar con su migración, así nosotros podremos continuar disfrutando de este espectáculo de la naturaleza.


miércoles, 11 de febrero de 2015

Las jirafas sí emiten sonidos


En las largas conversaciones y momentos animales que comparto con mi compañera Judith, suelen aparecer aquellos aspectos divulgados como curiosidades y enseñados tanto a niños como a público general.  Cuestionando estas leyendas naturales que se expanden desinformando al personal, encontramos una muy difundida: Las jirafas no emiten sonidos y no tienen cuerdas vocales.

Esta creencia está ampliamente distribuida entre el público popular en incluso en la universidad he llegado a escuchar dicha afirmación. Y esto lectores, es un gran ERROR.
La culpa de todo la tienen la desinformación, el boca a boca sin preocuparse por aprende, y los medios de comunicación peligrosos en los que os van a contar hechos asombrosos de tanta credibilidad como el antiguo testamento.

Las jirafas (Giraffa sp) sí tienen cuerdas vocales, solo hay que consultar cualquier texto sobre anatomía relacionada en las jirafas para que esto nos quede claro (Erdogan y Pérez, 2013).

Es probable que esta falacia se haya divulgado tan ampliamente debido a que las jirafas, comparadas con otros animales, no recurren a la vocalización con demasiada frecuencia a la hora de comunicarse. Las jirafas son animales que se comunican ampliamente de manera visual  Sus ojos están ampliamente desarrollados y son animales de un tamaño considerable que se comunican corporalmente en los espacios abiertos. Esto puede quedar reflejado en los ambientes abiertos o de sabana en los que suele darse la especie. Diferentes naturalistas e investigadores han escuchado a las jirafas realizando sonidos, tanto en estado salvaje como en cautividad. A la hora de cortejar a una hembra, los machos emiten sonidos similares a toses estridentes. Las hembras emiten un tipo de bramidos a la hora de llamar a sus pequeños ,y estos, emiten una especie de balido o quejido para atraer a las madres. Como señal para comunicar alarma  a otros individuos, emiten una especie de resoplido (Estes, 1992).  Al mismo tiempo, se ha descubierto que las jirafas son capaces de comunicarse mediante infrasonidos, difícilmente perceptibles para el ser humano (von Muggenthaler et al., 1999).


Jirafa de Angola fotografiada en Botsuana por quien os escribe.


Ya sabéis amigos, la próxima vez que os vengan con la cantinela de que las jirafas son mudas, remitidles a este blog o a los autores referenciados aquí abajo ;).


Bibliografía:

Erdoğan S. Pérez W. 2013. Anatomical characteristics of the larynx in giraffe (Giraffa camelopardalis). Journal of Morphological Science, 30, 266-271.

Estes R. 1992. The Behavior Guide to African Mammals: including Hoofed Mammals, Carnivores, Primates. University of California Press.

von Muggenthaler E. Baes C. Hill D. Fulk R. Lee A. (1999). Infrasound and low frequency vocalizations from the giraffe. Helmholtz resonance in biology. Proceedings of Riverbanks Consortium on biology and behavior.