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jueves, 23 de marzo de 2017

Cambio radical al árbol filogenético de los Dinosaurios


La ciencia es maravillosa y quienes la hacen se esfuerzan para aumentar nuestro conocimiento día tras día. Pues bien, aunque los dinosaurios son un grupo biológico que siempre nos aporta novedades a su conocimiento, de la que hoy me hago eco puede considerarse un descubrimiento radical que va a marcar un antes y un después crítico en la historia de los dinosaurios.

Hace unos días un trabajo publicado en Nature por  Baron, Norman y Barret titulado "A new hypothesis of dinosaur relationships and early dinosaur evolution" ha planteado un cambio drástico en las relaciones evolutivas y de parentesco entre los diferentes grupos de dinosaurios.

¿A cuantos no os suena la clásica distinción de dinosaurios con cadera de ave y dinosaurios con cadera de reptil que aparecían en nuestros libros para público popular como una forma de introducirnos en la filogenia de los dinosaurios?



Pues bien, tradicionalmente se incluía a los Sauropodomorpha (típicos dinosaurios de cuello largo el lector no familiarizado) y a los Theropoda (dinosaurios depredadores bípedos en su mayoría de los que forman parte las aves) en un clado llamado Saurischia (los llamados dinosaurios con cadera de reptil).





  (arriba) filogenia convencional hasta la fecha en la que Sauropodomorpha y Theropoda conforma el orden Saurischia.


Los resultados del trabajo presentado por Baron y colaboradores concluyen que en realidad los terópodos (Theropoda) no se encuentran tan relacionados con los Sauropodomorpha, si no que están más cerca de los ornitisquios (Ornithischia: dinosaurios con cadera de ave). Para ello enumeran una serie de caracteres que acercan más a los terópodos con los ornitisquios, los cuales asemejan caracteres en los terópodos y los ornitisquios basales, excluyendo a los terópodos de una relación más proxima con lo sauropodomorfos y los herrerasaurios.  Por lo que proponen que la clasificación de los grandes grupos de dinosaurios que ha sido aceptada en consenso durante más de 100 años, es errónea.

Con esta nueva hipótesis a partir de los resultados obtenidos por los paleontólogos, los terópodos serían excluidos de Saurischia y pasarían a ser un grupo paralelo a Ornithischia, quedando como Saurischia los saropodomorfos y Herrerasauridae (Herrerasaurus y afines). Vaya, Herrerasaurus fuera de Theropoda otra vez!
 

Arriba, nueva filogenia propuesta por Baron et al., 2017.

¿Y quienes son estos herrerasaurios? Pues son un grupo de dinosaurios basales, que han sido considerados tanto terópodos como un grupo externo. Incluso como sauropodomorfos basales. En 2012 un trabajo de Novas et al., los incluía como un grupo de basal de Saurischia, uniendo a sauropodomorfos y terópodos en una rama llamada Eusaurischia. (Ver filogenia justo debajo)

Pues bien, el nuevo trabajo concluye que Herrerasauridae son un grupo de Saurischia, por lo cual tampoco serían terópodos, al estar Theropoda como grupo cercano a Ornithischia. Esto tiene su gracia, porque ahora el grupo de dinosaurios que incluye a las aves, aunque sin formar parte del grupo de dinosaurios con cadera de ave (Ornithischia), se encuentra cercano a ellos.
¿Y cómo se ha llamado a esta nueva agrupación de terópodos y ornitisquios? Pues bien se ha decidido recuperar un término empleado por Huxley para agrupar terópodos y algunos ornitisquios allá por 1870. Este término es Ornithoscelida y aquí abajo podéis ver como se encuentra actualmente la filogenia de los dinosaurios según este trabajo.



El planteamiento de esta nueva hipótesis resultado del trabajo publicado en Nature ha dado fuerte en la ciencia de los dinosaurios, golpeando contra lo que teníamos como conocimiento establecido. La cosa es que la ciencia y los investigadores que la hacen continuarán aportando nuevos conocimientos y que lo que hoy es un impacto radical quizá deje de serlo en algún momento o sea rebatida por una nueva hipótesis.

Referencias:

Baron, M. G., Norman, D. B. & Barrett, P. M. 2017. A new hypothesis of dinosaur relationships and early dinosaur evolution. Nature doi:10.1038/nature21700

Novas, F. E., Ezcurra, M. D., Chatterjee, S., & Kutty, T. S. 2010. New dinosaur species from the Upper Triassic Upper Maleri and Lower Dharmaram formations of central India. Earth and Environmental Science Transactions of the Royal Society of Edinburgh, 101(3-4), 333-349.

viernes, 19 de junio de 2015

Tyrannosaurus, cosas sobre él. (Paleozoología)





Siguiendo con los dinosaurios y dado la imagen popular desactualizada que se tiene de muchos de ellos, hoy voy a tratar el que debe de ser el más famoso de todos ellos. 

Estimados lectores, hoy os presento al Tyrannosaurus rex.

Como ocurre con todos los organismos, tiene un nombre binomial (formado por dos palabras). El nombre genérico Tyrannosaurus y el nombre de la especie rex.

He escuchado muchas formas por parte del público para referirse a este dinosaurio: “el rex”, dinosaurio rex, T-rex… La forma clásica de llamarlo en nuestra lengua cervantina sería tiranosaurio.

Es curioso que el dinosaurio más famoso, apareciera justo al final de la era de los dinosaurios (Mesozoico), en el Maastrichtiense, viviendo desde hace 68 a 66 millones de años. Una muy pequeña porción de tiempo comparado con lo que son los 186 millones de años de duración del Mesozoico.

La fama de este animal prehistórico es incalculable, y se debe a que durante mucho tiempo fue el depredador terrestre con mayor tamaño estimado. Cuando yo era niño no era difícil encontrar en los libros de texto que esta especie alcanzaba los 14 metros. A día de hoy sabemos que el ejemplar más completo conocido, FNMH PR 2081, apodado Sue, mide 12, 4metros. Además su anatomía es fácilmente reconocible: posee una cabeza enorme con poderosas mandíbulas, un cuello corto y unas diminutas manos con solo dos dedos en cada una. Actualmente se estima que estos animales podrían alcanzar los 8000 kilos (Hutchinson et al., 2011). 

Como ocurre con estos animales, mucho ha cambiado con el tiempo lo que sabemos sobre ellos. También ha cambiado la visión popular de los mismos. De lentos trípodes reptilianos que arrastraban la cola  y se lo comían todo, a eficientes depredadores que usaban la cola como contrapeso. Quizás como viene ocurriendo últimamente, la imagen popular actual de este dinosaurio vienen dada por Jurassic Park.

http://www.benmohler.com/dino-research/rex/Tyrannosaurus_html_5791d727.png 
Reconstrucción de C. Kinght de 1919.

 

Imagen tomada de Jurassic Park, por favor señores de Universal no se enfaden. 


Según Carpenter 1997 y Currie 2001, en algunos restos de Gorgosaurus, un tiranosáurido del Cretácico, se encuentran escamas de forma hexagonal y restos de piel que recuerdan a la piel de las aves. Por otra parte, los revolucionarias publicaciones de tiranosaurios basales (primitivos) con cobertura de protoplumas (Xu Xing et al., 2004) confirma la existencia de filamentos en el grupo de los tiranosaurios y abre la posibilidad de que los grandes tiranosaurios como Gorgosaurus, Daspletosaurus y Tyrannosaurus alternaran escamas y protoplumas como ya se sabe que ocurre en otros dinosaurios.

Durante muchos años se ha debatido si el Tyrannosaurus era un cazador activo o un carroñero. Lo que si tenemos son evidencias de consumo de otros grandes dinosaurios, como Triceratops, por parte de T.rex, pero estas evidencias son marcas de dientes, que no tienen por qué realmente implicar un caso de caza activa.

Como ocurre con depredadores actuales y animales que necesitan una amplia precisión visual para medir distancias y capturar a sus presas, el Tyrannosaurus y el resto de su familia tenían una visión binocular, con las órbitas orientadas hacia el frente. Lectores que aún puedan creer que este animal solo veía elementos en movimiento como le han enseñado en las películas o en las leyendas populares, que quede claro que posiblemente tuviera una buena vista y una excelente capacidad para calcular distancias.

Según Hutchinson et al., 2011, Tyrannosaurus sería el animal terrestre con los músculos de sus extremidades posteriores más desarrollados de cuantos hayan existido. Quizás este hecho concuerde con una capacidad como depredador de embestidas de potencia. Según Krauss y Robinson, este animal cazaría mediante el acecho, realizando tras ello una embestida de potencia en la que trataría de atrapar rápidamente a su presa. La verdad es que es necesaria una buena estrategia de caza y una buena cobertura para ocultar a un cazador del tamaño de un Tyrannosaurus.
Seguramente todos recordemos la presentación del Tyrannosaurus de la película Jurassic Park de 1993. A mí, a mis menos de 6 años, me dejó totalmente expectante de lo que estaba por llegar. Esos temblores, ese sonido retumbante de pisadas, las ondas de agua en el vaso, todo un recurso visual y sonoro que te pegaba a la butaca.

Ahora simplemente pensemos ¿Podría un depredador que caza al acecho ir haciendo semejantes ruidos? Sería una carta de presentación, algo como: “Hola soy yo, Tyrannosaurus, pasaba por aquí y te puedo comer”. No se cómo de exitosa sería una estrategia similar a la de la tortuga caimán Macrochely temminckii, o la de los anuros del genero Cerathropys que se quedan apostadas inmóviles esperando a que una presa se acerque para poder atacarla. En el caso de que el Tyrannosaurus tuviera un comportamiento de búsqueda, acecho y captura, esos sonidos y retumbares que tanto nos apasionaron hace 22 años serían muy improbables. Los dinosaurios son animales muy neumatizados y tienen una almohadilla plantar, todo esto les ayuda a que sus cuerpos soporten correctamente su masa y peso. Por lo tanto podríamos divagar que el Tyrannosaurus fuera un animal de pasos silenciosos, que se acercara sigilosamente a sus presas, a pesar de sus 6000-8000 kilos de peso.

Para quien opine que estoy loco y diciendo una burrada. Os puedo asegurar que a nosotros se nos acercó un grupo de elefantes africanos de sabana mientras dibujábamos tranquilamente y no los escuchamos venir, el único ruido fue el de cuando empezaron a romper ramas de acacia. Y os aseguro que se acercaron bastante cerca.




Arriba los susodichos elefantes. Os dije que los tuvimos bien cerca.
Si contásemos con este posible comportamiento de acechp, sus desarrollados lóbulos olfativos, su visión binocular, sus extremidades posteriores con unas proporciones más cursoriales que las de sus presas y la evidencia de animales que han sido atacados por tiranosaurios y han sobrevivido; deberíamos concluir en que Tyrannosaurus era un animal cazador.
 
Asique ya sabéis, vuestro posible depredador prehistórico favorito posiblemente fuera un cazador de acecho y ataque explosivo que puede que tuviera una cobertura de filamentos o plumas en algunas regiones de su cuerpo. Y a mí, así, me gusta mucho.

Y aquí abajo podeis ver la reconstrucción del espécimen FNMH PR 2081 que hizo quien os escribe.





Carpenter, Kenneth (1997). "Tyrannosauridae". In Currie, Philip J. & Padian, Kevin (eds.). Encyclopedia of Dinosaurs. San Diego: Academic Press.

Currie, P. (2001). 2001 A. Watson Armour Symposium: The Paleobiology and Phylogenetics of Large Theropods. Field Museum of Natural History, Chicago.

Hutchinson, J. R.; Bates, K. T.; Molnar, J.; Allen, V.; Makovicky, P. J. (2011). "A Computational Analysis of Limb and Body Dimensions in Tyrannosaurus rex with Implications for Locomotion, Ontogeny, and Growth". PLoS ONE 6 (10)

Krauss, David A. and Robinson, John M. . " The Biomechanics of a Plausible Hunting Strategy for Tyrannosaurus rex".  Tyrannosaurid Paleobiology (Life of the Past). Indiana University Press.

Xu Xing, X; Norell, Mark A.; Kuang Xuewen; Wang Xiaolin; Zhao Qi; Jia Chengkai. (2004). "Basal tyrannosauroids from China and evidence for protofeathers in tyrannosauroids". Nature 431