sábado, 30 de mayo de 2015

Fin de campaña en Somosaguas

Como todos los años, se sucede la excavación en Somosaguas, y como todos los años, la campaña de excavación acaba. Han sido dos semanas entre polvo, calor y esquirlillas de hueso de la que os dije que haría crónica, pero mi dedicación a la excavación y menesteres me ha impedido atender el blog.
Ahora ya terminada la excavación y con todos los fósiles debidamente recogidos y empaquetados os puedo hacer una breve reseña.

Este año el número de excavadores voluntarios (alumnos) ha sido bajo, y eso se ha notado. No obstante, los alumnos han excavado con dedicación y han aparecido piezas curiosas.

La mayoría de los restos desenterrados pertenecen a rumiantes, como ya os comenté en la entrada anterior. Adicionalmente, apareció una falange de carnívoro, un hallazgo muy raro para este yacimiento. ¿quién sabe si pertenece a un félido?

Destaca entre los fósiles ubicados la presencia del proboscídeo Gomphotherium (para leer más sobre los gonfoterios pincha aquí) es destacable. La mayoria de las veces aparece en forma de fragmentos de esmalte, pero este año se ha rescatado un molar (excavado por quien os escribe, pero no sacado por mi) y un fragmento de pelvis de gonfoterio.

Molar (o premolar, pero molar mola) de Gomphotherium angustidens con sus raices enormes.

Por desgracia, los restos del magnífico Anchitherium (équido con tres dedos por extremidad) no han sido destacables en esta campaña, encontrándose alguna pieza molar, algún incisivo o algún fragmento apendicular bastante deteriorado.

Lo que si puedo decir es que este año, ha sido el año de las picas. Si, picas, esos simpatiquísimos lagomorfos de la familia Ochotonidae. En los yacimientos de Somosaguas aparecen dos géneros: Lagopsis y Prolagus.




Mandíbula de lagomorfo. Fotografía de la Dra Soledad Domingo. Tomada prestada al Proyecto Somosaguas de Paleotología.


Aquí podéis ver una vieja reconstrucción que hice de Prolagus.


Y así han transcurrido los días al sol, buscando con emoción restos del Mioceno Medio y descubriendo la paleontología a una nueva generación de estudiantes. Habrá que esperar un año a que se vuelva a excavar y  aparezcan nuevos fósiles interesantes.


Como dato anecdótico os dejo esta foto en la que director y alumno bailan de una forma extraña creando puntos de fuga:







jueves, 21 de mayo de 2015

Excavación Somosaguas 18-21 del V (Crónicas de Excavación)





Saludos a todos lectores, como supongo que ya sabréis, soy miembro del PMMV y del Proyecto Somosaguas de Paleontología.

Como todos los años, ya nos encontramos en la época de excavación, actividad a la que estoy dedicando el tiempo diurno de estas semanas.
Somosaguas es mi yacimiento madre, fué mi primer contacto con la paleontología más allá de los libros, y ha sido el punto de inicio de mi actividad investigadora. ¡Cuantas horas he dedicado al Mioceno de Somosaguas!

El lunes, limpiamos la superficie del yacimiento para llegar al nivel a excavar y montamos el toldo, algo muy necesario si no queremos acabar fritos por el sol, del que es imposible escapar, porque siempre se cuela de alguna forma.

En estos días los excavadores nos hemos visto apoyados por las visitas de media jornada por parte de los alumnos del grado de geología de la UCM, quienes han colaborado en la búsqueda  extracción de restos fósiles, la mayoría de ellos esquirlas.

Y esque debido a la formación del yacimiento, la mayoria de hallazgos son fragmentos rotos e irreconocibles.

Pero con tesón van apareciendo las sorpresas, la mayoría de ellas fragmentos dentales y elementos apendiculares. Los géneros mas representados en estos días han sido el omnipresente Gomphotherium, Anchitherium, algún resto de Conohyus y bastantes elementos de los rumiantes del yacimiento.



Por ejemplo, aparecen restos como esta falange de rumiante.
En Somosaguas nos encontramos con 4 especies de cetartiodáctilos, entre los que hay 3 rumiantes.




Uno de estos rumiantes es Micromeryx, un mósquido. Los mósquidos a día de hoy se ven representados por un único género, Moschus, cuyas especies son comunmente llamados ciervos almizcleros, aunque no son ciervos. Estos animales a diferencia de otras familias de rumiantes, no tienen apéndices óseos en la cabeza, y las especies actuales tiene glándulas de almizcle, de las que reciben su nombre común. Los machos de estos géneros presentan grandes caninos elongados y curvados. Micromeryx, nuestro mósquido de Somosaguas, era pequeño, mucho más que los mósquidos actuales.



Otro rumiante presente en Somosaguas, y bastante más grande que Micromeryx es Heteroprox. Heteroprox es un verdadero cérvido, un cérvido muy primitivo de patas largas, con caninos elongados en los machos. Sus apéndices craneales, a diferencia de los cérvidos actuales, no eran caducos, y carecían de roseta, por lo cual el asta no se caía.

Del bóvido Tethytragus quizás os hable en el futuro... como la excavación ocupa mis días, os iré manteniendo informados de la campaña.

Ah, se me olvidaba, este viernes por la tarde y el sábado por la mañana estais todos invitados a la jornada de puertas abiertas. ¡A conocer el yacimiento, conocer la fauna y descubrir el como trabajan los paleontólogos!

Podeis estar informados de Somosaguas en el blog del proyecto:
http://investigacionensomosaguas.blogspot.com.es/

domingo, 17 de mayo de 2015

Dinosaurios y pies de ave (Paleontología)

Debo excusarme de la falta de actividad de este blog, trabajos, estudios doctorales y en tan solo un día excavaciones me  hacen estar algo ocupado.

Dado el éxito que tienen los dinosaurios entre el público y el interés que generan sus curiosidades, hoy os traigo una un tanto reciente de la que me enteré en el EJIP de mano de su autora, y que ha sido publicada hace unas semanas.

Esta noticia tiene que ver con el dinosaurio Concavenator y con la piel que cubría sus pies.
Si todos nosotros miramos a las patas de un ave, podemos ver que estas están cubiertas de escamas en la región de los metatarsales y los dedos.

Hasta hace poco se consideraba que esto era un caracter muy derivado y que los terópodos no avianos deberían tener otro tipo de escamas no desarrolladas de tipo dinosauriano o que deberían estar cubiertos por algún tipo de filamentos en esas zonas anatómicas.

 Una tórtola turca (Streptopelia decaocto), facilmente divisable en casi toda España. Fijáos en sus deditos cubiertos de escamas. Si no, podeis mirar a vuestro dinosaurio aviano más cercano.

¿Cómo llaman los científicos a esta serie de escamas avianas que recubren el pie de las aves? Pues lo llaman podoteca. Y la novedad viene en que en un estudio reciente de Cuesta et al., 2015, se ha presentado la evidencia de una podoteca en los pies del terópodo Concavenator.

El trabajo describe la presencia de una podoteca con diferentes tipos de escamas que siguen patrón de distribucción propio: tendría escutas, que son las más grandes de forma hexagonal que recorren tarsos y metatarso. Lo mismo ocurre con otros tipos de escamas más pequeñas como escutelas y otras más pequeñas que se distribuyen por el resto de la anatomía del pie. Al mismo tiempo se han publicado evidencias del estuche córneo de las falanges ungueales, es decir, de las garras.


Oh, mirad, es un pié de dinosaurios muy cutremente hecho, pero que nos enseña como serían esa podoteca.

Con esto, tenemos esta novedad de impacto en la que los pie de dinosaurios terópodos no avianos presentan una anatomía similar a la de las aves. ¡Deberemos de tenerlo en cuenta a partir de ahora al hacer nuevas reconstrucciones! Y los lectores debereís tener en cuenta que las aves son dinosaurios, y que deberíamos mirar de una forma más cercana a sus parientes lejanos.



Y aquí arriba tenemos el fósil de Concavenator corcovatus, de cuyos pies han sacado la información los investigadores (imagen gratuita de Wikipedia, UNED)

Referencias:

Cuesta, E.,  Díaz-Martínez, I., Ortega, F., & Sanz  J. L. (2015). Did all theropods have chicken-like feet? First evidence of a non-avian dinosaur podotheca. Cretaceous Research 56: 53–59

Ortega, F.; Escaso, F.; Sanz, J.L. (2010). "A bizarre, humped Carcharodontosauria (Theropoda) from the Lower Cretaceous of Spain" (PDF). Nature 467 (7312): 203–20